febrero 07, 2013

MIGUEL - RELATO CORTO SAN JUAN BOSCO



El mortal viaje por el aspirador

                En una casa  de dos ancianos donde todo eran antiguallas y chismes inútiles, vivían todas las pelusas de la comarca. Su líder era Pelusetus, que tenía un hijo llamado Pelusatus. El niño tenía dos amigos: Galaxsus y Personatus. Estaban todas las pelusas en un agujero donde la escoba no alcanzaba. Un día el vigía Vistazus vio a los dueños entrar con una máquina gigante y rara muy contentos. Bajó rápido a ver a Pelusetus, él se sobresaltó y dio la alarma. Todas las pelusas fueron corriendo a ver al líder. Allí Vistazus les dijo:
                -Vi que los dueños entraban con un gran aparato. No tenía dientes, pero tenía una gran barriga. Ellos lo llamaban ``Aspirador´´.
Pelusetus añadió:
                -¡Tenemos que prepararnos, no sabemos si tiene buenas intenciones!
Todos gritaron:
                -¡Si líder!¡Si amo!¡Si Pelusetus!

A partir de entonces empezaron a pedir refuerzos a los escarabajos, a crear muros y barricadas,...
El día antes de la llegada de los escarabajos. Un fuerte viento empezó. De pronto Vistazus vio el Aspirador. Todos fueron tras la muralla. En una milésima de segundo el viento aumento y se llevó la muralla y a la mitad de la población incluido Pelusetus. Después el viento paró. Entre lloros y lágrimas levantaron a Pelusatus y lo nombraron líder. Pelusatus se puso en pie y gritó:
                -¡No permitiré que el ``Aspirador´´ se trague a mi pueblo!¡Organizaremos un grupo de rescate y les liberaremos!
                -¡Si líder!¡Si amo!¡Si Pelusatus!

Los elegidos fueron seis: Galaxsus, Personatus, Vistazus, Fortazus, Inteligentazus y Pequeñajus. Los seis salieron del agujero donde vivían. De pronto vieron la escoba yendo hacia ellos todos saltaron cayendo suavemente en el suelo menos  Pequeñajus que se había agachado para pasar la escoba por debajo. Los otros cinco al no verlo salir por debajo creyeron que estaba perdido y continuaron su camino. Vistazus les indicó el camino por el cual encontrarían el Aspirador. Por la noche llegaron al Aspirador. Puñetazo a puñetazo golpearon la barriga hasta que de puro cansancio cayeron dormidos. Al despertar vieron que el aspirador se los había comido. Desde dentro vieron a todas las pelusas que se había tragado  ayer. Vistazus anuncio que ya sabía como parar el Aspirador, pero necesitaban a  Pequeñajus. En ese momento un montón de basura entro por la boca. Todos empezaron a comer. Mientras,  Pequeñajus se había salvado de la escoba. ¿Cómo?
Pues, se enganchó en la escoba, al subir a la altura de una mesa se balanceó y saltó. Después se metió en un estuche y cayó rendido. Se despertó porque oyó zas, zas, y vio unas tijeras yendo hacia él. Las tijeras se abrieron Pequeñajus corrió hacia ellas. Cuando se iban a cerrar el saltó rápidamente, dio la voltereta en él aire y  al caer se agachó  pasando por debajo de una mano mientras se deslizaba en el suelo. La mano, que era de uno de los dueños se dio la vuelta, Pequeñajus saltó hasta punta de un dedo, el dueño al ver a la pelusa en su dedo lo estiró, Pequeñajus usó el dedo como catapulta y saltó a la lámpara. Aterrizó encima de una araña, rápidamente le arrancó una pata y se la clavó en el pecho. Vio a una mosca muerta y le arrancó dos alas. Se puso cada ala en un pie y se las unió con telaraña de la araña muerta. Cogió otras dos patas de la araña muerta y se acercó al borde de la lampara. Se lanzó a la cabeza del dueño y usó las alas como esquís y las patas como bastones. Bajó por su espalda hasta llegar al final de la camisa. La camisa tenía una ondulación al final.  Pequeñajus la usó para saltar y dar la vuelta sobre si mismo en el aire. Se le cayeron las alas de los pies y aterrizó en una esponja. Usó las patas de araña para mover la esponja. Llegó al aspirador horas más tarde. 

Se metió, y Inteligentazus le sonrió y señalando un hueco le dijo que se metiera. Él subió por el hueco y al salir por el otro extremo dio un paso, tropezó con un cable y cayó justo en la toma de corriente.

El aspirador explotó porque  Pequeñajus había provocado un cortocircuito.
Todas las pelusas recordaron siempre  a los muertos en el accidente por morir para salvar a todo el pueblo.

¡FELICIDADES A MIGUEL PINEL MARTÍNEZ!
1er PREMIO - CATEGORÍA INFANTIL - en el XII Concurso Nacional de RELATO CORTO SAN JUAN BOSCO, organizado por la ASOCIACIÓN de ANTIGUOS ALUMNOS SALESIANOS de POZOBLANCO.

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