abril 19, 2015

MUEREN GALEANO y GRASS. LLORAN las LETRAS... y el FÚTBOL

El mundo perdió esta semana a dos grandes exponentes de las letras: al novelista y artista alemán Günter Grass, y al escritor y poeta uruguayo Eduardo Galeano. Pero también perdió a dos hombres cuyo amor por el fútbol enriqueció su vida y su obra.
Tanto Grass como Galeano eran originarios de países en los que el fútbol es más que el deporte nacional: es una pasión que trasciende las clases sociales, el género y las generaciones.
Cuando era niño, Galeano pasaba horas jugando en las calles de Montevideo, la capital de Uruguay, aunque después reconoció que era un caso perdido; Grass empezó a jugar ya de adulto en la banda izquierda. "Algunos de mis pases cruzados eran muy buenos", dijo años más tarde.
"Quería ser futbolista y me volví el mejor de los mejores, el número uno", escribió Galeano, "mejor que Maradona, mejor que Pelé e incluso mejor que Messi… pero solo por las noches, en mis sueños. Cuando despierto, me doy cuenta de que tengo piernas de madera y de que estoy condenado a ser escritor".
Galeano era aficionado del Nacional, uno de los principales equipos de Uruguay, cuyo sitio web se puso de luto por su muerte.
La lealtad siempre fue importante para él: "en esta vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol ", escribió más tarde.
Grass apoyaba a un equipo menos glamoroso, el St. Pauli de Hamburgo.
Galeano escribió lo que es para muchos de los críticos uno de los libros más finos acerca del deporte: El fútbol a sol y sombra, que se publicó en 1995. En el prólogo habla del deporte como "música en el cuerpo, fiesta de los ojos".
En un pasaje escribió sobre las horas posteriores a que un estadio se vacía al final de un partido importante…"El estadio se queda solo y también el hincha regresa a su soledad, yo que ha sido nosotros: el hincha se aleja, se dispersa, se pierde, y el domingo es melancólico como un miércoles de ceniza después de la muerte del carnaval".
Por otro lado, Galeano se consideraba un mendigo en busca de un fútbol intrincado, habilidoso; "voy por el mundo, sombrero en mano, y en los estadios suplico una linda jugadita por amor de Dios".
Hace poco, concibió lo que llamó la "teoría de Messi", un tributo al talento singular del delantero del Barcelona y la selección argentina. Aunque a menudo se dice que Diego Maradona tenía el balón atado al botín, Galeano propuso que Lionel Messi lo lleva escondido en el pie.
"Y eso científicamente es inexplicable, pero vos ves que lo persiguen siete, once, veintidós rivales para sacarle la pelota y no hay manera de sacársela. ¿Por qué? Porque la buscan afuera del pie, y está adentro".
"Nadie juega con tanto gusto como Messi", dijo Galeano al diario estadounidense The New York Times hace cuatro años. "Juega como un niño que disfruta del pasto, que juega por el placer de jugar y no por el deber de ganar".
Algunas obras de Eduardo Galeano: "Las venas abiertas de América Latina", "El libro de los abrazos", "El fútbol, a sol y sombra", "Memoria del fuego", "Patas arriba: escuela del mundo al revés", "Tejidos", "Los hijos de los días"...
Günter Grass: "El tambor de hojalata", "El rodaballo", "A paso de cangrejo", poemas, obras de teatro, ensayos...