diciembre 27, 2015

XV CONCURSO NACIONAL de RELATO CORTO SAN JUAN BOSCO

Un año más, ha sido convocado el Concurso Nacional de Relato Corto con motivo de la próxima festividad de Don Bosco
Os dejamos las bases y el cartel del concurso.
¡Vamos a participar con entusiasmo! 

Cuenta, cuenta, cuenta... 

Que siempre hay algo que contar...


Dicen que el que canta su mal espanta. ¿Y el que cuenta? 


Originalidad, creatividad, expresión, arte, sentimiento, imaginación...

http://antiguosalumnospozoblanco.blogspot.com.es/2015/11/xv-concurso-nacional-de-relato-corto.html

diciembre 01, 2015

CUENTO GANADOR "POZOBLANCO CON LA DISCAPACIDAD"

¡Estamos en racha! Un nuevo premio para una alumna de nuestra Casa... SARA CASTRO MÁRQUEZ (5º EP) ha sido la ganadora del Concurso de cuentos organizado por el Ayuntamiento de Pozoblanco en torno al Día de la discapacidad (3 de diciembre).
Os dejamos con su relato. ¡Que lo disfrutéis!

LA IMAGINACIÓN PUEDE CON TODO.
El otro día vi cómo son de injustas las cosas al mirar a Manuela, una de mis pequeñas vecinas del primer piso. Cada día la veo sonreír desde su ventana, sentada en esa terrible silla de ruedas. Ella nos mira mientras jugamos en el parque, cuando saltamos a la comba en el jardín, cuando nos tiramos por los toboganes… Nosotros disfrutando, pasándolo muy bien; en cambio ella, sentada, quieta, sin poder hacer la mayoría de esas cosas. ¿Estará bien?
Yo envidio a Manuela. Me gustaría tener su gran imaginación y soñar que puedo esquiar a toda velocidad. Me gustaría mirar las cosas como ella, siempre en positivo. Le da igual quién sea la persona o en la situación en la que se encuentre, siempre sabe cómo puede animar a los demás que la rodean. Su amigo Francisco, que al igual que ella tenía 9 años, le preguntó el otro día qué le ocurría para necesitar siempre la silla de ruedas. Manuela lo miró tranquila y le respondió que tenía un problema en sus piernas que le impedía ponerse en pie. Al principio, Francisco, o como lo llamaban en clase, “Francis”, no comprendió lo que Manuela le quería explicar. Y aunque le contó muchas cosas sobre sus piernas, como que no hacían lo que ella quería, que no le dolían con los golpes, ni le picaban..., Francis seguía sin entenderla por la expresión de su rostro. Él podía caminar, correr, saltar… Pero no la entendía.

Un día, comentaron en la escuela que se había organizado un concurso de relatos sobre personas con discapacidad. Y aunque en su casa jamás se hablaba de no ser capaz de algo, Manuela pensó: "¿Quién sabrá mejor que yo lo que es la discapacidad?".  
En su pueblo, “Estrasgo”, no conocía a nadie a quien le pasara lo mismo que a ella, por lo que tenía muchas posibilidad de ganar si contaba lo que ella sentía cada día. Y se puso a escribir. Cuando terminó de relatar su historia, se imaginó a ella misma ganando el concurso. Pero a la hora de recoger el premio veía a una Manuela sin silla de ruedas y totalmente curada. Era una niña "normal", no una niña con discapacidad.
Por un momento pensó que eso sería increíble, que eso era lo que soñaba desde pequeña. Pero rápidamente se dio cuenta de que ella no era incapaz de nada. Ella podía lograr lo que quisiera. Ya era una niña "normal", ya era feliz, aunque no caminara ni saltara, porque tenía otras cosas: su familia, sus amigos, sus sueños.
Y llegó el día de la entrega de premios. Manuela, muy nerviosa, observó a todos sus familiares sentados en el teatro del cole. Todos le deseaban suerte y ella sólo pensaba en cómo subiría esas escaleras si ganaba. Cuando oyó su nombre, salió corriendo muerta de miedo del teatro. Sus padres se quedaron sentados y callados y su gran amiga Esther salió a buscarla por todos lados hasta que la encontró escondida debajo de las escaleras. Esther la abrazó y le dio tal ánimo que Manuela sintió que era capaz de cualquier cosa. Giró su silla y fue hasta las escaleras del teatro. Al llegar, su corazón latía muy deprisa y un cosquilleo le corría todo el cuerpo.
Entonces, se sintió fuerte. Levantó su cabeza, se apoyó en la silla y se incorporó poco a poco mientras dos de sus profesoras, Mari Carmen y Claudia, decían su nombre en voz alta: la ganadora de esta edición es… Manuela.
Todo el mundo la vitoreaba y la felicitaba, sorprendidos por su fuerza de voluntad. Sus padres se acercaron y la abrazaron preguntándole de qué iba su historia. Y Manuela les dijo: de una niña en silla de ruedas que no sufre por lo que no puede hacer sino por los que sufren por ella.


Sara Castro Márquez (5º EP – Salesianos Pozoblanco)