para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la
pena
(Joaquín Sabina).
Los textos argumentativos nos sirven para defender una idea, una opinión, también para contrarrestar la de otros (con palabras, con razones sólidas, no a golpes ni gritando).
La idea que defendemos, ya sea en un
texto oral o en uno escrito, debe apoyarse en razonamientos lógicos...
¡ARGUMENTOS!
Seguro que tenemos, como canta Sabina, más de cien motivos para defender nuestras ideas.
¡Veamos lo que sois capaces de hacer!
Recordad que el texto argumentativo que vais a escribir debe contar con tres partes:
1.- TESIS... Se plantea la idea que
vais a defender.
2.- ARGUMENTOS... Diferentes tipos de
pruebas para convencer al receptor (de autoridad, de hecho, de conocimiento
general o de ejemplificación).
3.- CONCLUSIÓN... Cierre del texto, que
enlaza con la idea inicial.