¡Bienvenidos al Curso 17/18! Un año que vendrá lleno de PALABRAS, porque las palabras son nuestras herramientas principales, y las palabras no son sólo palabras: son sentimientos, emociones, aprendizajes, relaciones, progresos, crecimiento, solidaridad, encuentro...
Desde el Blog de Lengua y literatura te deseamos lo mejor para la nueva etapa que ahora inicias. ¡No olvides que la palabra es tu mejor aliado en la relación con cuantos te rodean, jamás la uses para herir o dañar!
Te dejo con una de las últimas grandes novelas que se han publicado: "Una columna de fuego", de Ken Follet... "Los chicos listos leen libros. Las chicas listas leen libros".
UNA COLUMNA DE FUEGO (KEN FOLLET)... El País (10/09/2017).
En 1989, Ken Follett (Cardiff, 1949) reventó el mercado editorial con uno de los libros que más viene a la mente cuando se pronuncia el término best-seller: "Los pilares de la tierra", sobre la construcción de una catedral durante el paso del románico al gótico en el siglo XII. 28 años, trece novelas y muchos millones de libras después, el escritor británico publica ahora "Una columna de fuego", tercer libro de la saga que ya había retomado en 2007 con "Un mundo sin fin".
La nueva novela salta a los siglos XVI y XVII para entremezclar personajes reales e inventados durante las guerras de religión que fracturaron Europa. La acción transcurre a través de casi mil páginas por París, Sevilla, Bruselas, Londres, Amberes, la isla La Española y, por supuesto, Kingsbridge, la localidad inglesa ficticia presente en toda la saga. Es, a la vez, una historia de amor entre un protestante, Ned, y una católica, Margery, y una trama de espionaje inspirada en la creación por la reina Isabel I del primer servicio secreto de Inglaterra, dedicado a desmantelar las tramas internacionales para reinstaurar por la fuerza un monarca católico al otro lado del Canal de la Mancha. Una columna de fuego es, además, una suerte de homenaje a quienes lucharon por la tolerancia religiosa en una época en la que era normal matar al que profesaba una fe distinta...
